La TMS (Estimulación Magnética Transcraneal): Avances en Tratamientos de Salud

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La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) es una técnica innovadora que ha revolucionado el campo de la medicina y la neurociencia, enmarcada dentro de la técnicas de neuromodulación no invasiva. A través de la aplicación de pulsos magnéticos no invasivos, teniendo como objetivo estimular áreas específicas del cerebro, lo que puede conducir a una serie de beneficios terapéuticos. En este artículo, exploraremos el funcionamiento de la TMS, sus aplicaciones en tratamientos de salud y los diversos beneficios que ofrece.

¿Cómo funciona la TMS?

La TMS se basa en el principio de inducción electromagnética, el cual establece que al aplicar un campo magnético variable cerca de una región del cerebro, se generan corrientes eléctricas débiles en dicha área. Estas corrientes eléctricas pueden influir en la actividad neuronal y desencadenar respuestas específicas en el cerebro.

La estimulación se lleva a cabo utilizando una bobina electromagnética que se coloca sobre el cuero cabelludo del paciente. Esta bobina emite pulsos magnéticos focalizados y de alta intensidad que atraviesan los tejidos del cráneo sin causar daño. La configuración de la bobina y la intensidad de los pulsos se ajustan de acuerdo con el área cerebral que se desea estimular, de manera que se consigue estimular una zona concreta del cerebro sin necesidad de realizar ningún procedimiento invasivo.

Aplicaciones en tratamientos de salud

La TMS ha demostrado ser efectiva en una amplia variedad de aplicaciones terapéuticas. A continuación, exploraremos algunas de las áreas en las que la TMS ha mostrado resultados prometedores:

Trastornos psiquiátricos

La TMS ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento. En estos casos, la TMS se utiliza cuando el paciente muestra resistencia ante tratamientos convencionales, como la terapia farmacológica y la psicoterapia, o estos acercamientos no son viables por su idiosincrasia. La estimulación magnética transcraneal (TMS) se aplica sobre la corteza prefrontal dorsolateral, lo que estimula las áreas involucradas en la regulación del estado de ánimo.

Corteza prefrontal dorsolateral

Además de la depresión, la TMS también ha mostrado prometedores resultados en el tratamiento de otros trastornos, como la ansiedad, el trastorno bipolar y el déficit de atención. Aunque se continúa investigando respecto a estos tratamientos, los avances sugieren un futuro prometedor para la aplicación de la TMS en el campo de la salud mental.

Trastornos neurológicos

La TMS ha despertado un gran interés en el campo de la neurología debido a su capacidad para modular la actividad cerebral. En el caso de enfermedades neurológicas, como el dolor crónico, accidente cerebrovascular, Parkinson o la migraña, la TMS se ha utilizado tanto para la investigación como para el desarrollo de tratamientos innovadores.

En el caso del accidente cerebrovascular, la TMS se ha utilizado para potenciar la plasticidad cerebral en pacientes en fase de rehabilitación, lo que ha permitido diseñar intervenciones terapéuticas personalizadas. Además, la estimulación repetitiva del cerebelo mediante TMS ha mostrado resultados alentadores en pacientes con enfermedad de Parkinson, mejorando los síntomas motores y reduciendo la necesidad de medicamentos.

Beneficios de la TMS

La TMS ofrece una serie de beneficios tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Algunos de los principales beneficios son:

  1. No invasiva: A diferencia de otras técnicas que implican intervenciones quirúrgicas o invasivas, la TMS es un procedimiento no invasivo que no requiere anestesia ni incisiones. Esto reduce los riesgos y las complicaciones asociadas con los procedimientos invasivos.
  2. Tratamiento personalizado: La TMS permite la focalización precisa de áreas cerebrales específicas. Esto permite adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada paciente, optimizando así los resultados terapéuticos.
  3. Efectos secundarios mínimos: En general, la TMS se considera segura y los efectos secundarios son mínimos y transitorios. Algunos pacientes pueden experimentar dolor leve en el lugar de aplicación de la bobina o una ligera molestia durante el procedimiento, pero estos efectos suelen desaparecer rápidamente.
  4. Amplio potencial terapéutico: La TMS tiene un amplio potencial terapéutico en el tratamiento de trastornos psiquiátricos y neurológicos, con un efecto que se mantiene en el tiempo. Además, su aplicación en la investigación del cerebro permite avanzar en el conocimiento de las bases neurobiológicas de diversas enfermedades.

Conclusión

La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) ha abierto nuevas puertas en el campo de la medicina y la neurociencia. Su capacidad para modular la actividad cerebral de manera no invasiva la convierte en una técnica prometedora en el tratamiento de trastornos psiquiátricos y neurológicos. Además, su aplicación en la investigación del cerebro ofrece un enfoque innovador para comprender mejor las enfermedades y desarrollar tratamientos más eficaces. Con su potencial terapéutico y los beneficios que ofrece, la TMS se posiciona como una herramienta invaluable en el campo de la salud y la neurociencia.


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