La utilización de tacones es una costumbre extendida entre muchas mujeres. Símbolo de elegancia y feminidad, los zapatos de tacón se emplean incluso a diario en algunos ambientes laborales. Pero no somos conscientes de los peligros derivados del uso de tacones, que puede provocar desequilibrios musculares y lesiones en tobillos, caderas y rodillas. En este post te explicamos la diferencia entre utilizar tacón alto y calzado plano, qué lesiones pueden producirse y cuál es el calzado que recomiendan los profesionales.
El uso de tacones está muy extendido, aunque cada vez las mujeres están más concienciadas de limitar su uso a ocasiones especiales. La podóloga y profesora Mª Ángeles Serrano, explica que el uso del tacón a diario movido por la moda está descendiendo, solo se utiliza en algunos ambientes laborales concretos, debido a las caídas y esguinces de tobillo cada vez más frecuentes, además de las consecuencias negativas en caderas y rodillas.
Riesgos de llevar tacones
El calzado de tacón alto no es un calzado fisiológico, es decir, no permite realizar correctamente las fases de la marcha, por lo que obliga al usuario a ejercer diferentes estrategias para lograr un control sobre la postura y el equilibrio con la finalidad de readaptar la deambulación de forma diferente a lo que correspondería a una marcha con un zapato fisiológico de tacón bajo.
Como argumenta la profesora Serrano, dichas estrategias son diferentes en función de la edad. Es decir, las mujeres jóvenes y las de mayor edad requieren ajustes en el momento de fuerzas en la cadera y rodilla durante el ascenso de escaleras, como demuestra el estudio de Hsue BJ, Su FC; 2009. En adolescentes, el uso de tacones puede producir adelantamiento de la cabeza, hiperlordosis lumbar, anteversión de cadera y genu valgo por compensaciones para mantener la postura y el equilibrio, tal y como recoge el estudio de Silva AM, 2013. Por otro lado, hay que remarcar la preocupación por actual acceso de las niñas a los zapatos de tacón. Por el momento constituye un hecho aislado, sin embargo, hay fabricantes de calzado infantil que fabrican zapatos de tacón y lo ponen a la venta. Esto comporta un riesgo para las menores que puede tener repercusiones negativas en la formación de la estructura del pie. Por ejemplo, se sabe que la fusión de los núcleos de osificación de los metatarsianos comienza a los 14 años y finaliza, aproximadamente, a los 17 años (Scheuer, 2001).
Lesiones habituales y sus secuelas
Según explica Mª Ángeles Serrano, en pacientes que usan habitualmente zapato de tacón se deben evaluar los flexores plantares de tobillo, en concreto el sóleo más que de los gastrocnemios, ya que se ha visto que es el afectado por la posición de la rodilla en flexión que reduce su rendimiento durante la marcha en mujeres que usan más calzado de tacón que zapato plano.
Cabe destacar que el sóleo es un músculo que interviene en la deambulación realizando flexión plantar de tobillo y protege el ligamento cruzado anterior de la rodilla (Farrag A, 2016) .
Las secuelas que pueden tener a medio plazo el uso de tacones es metatarsalgia mecánica que, al cronificarse, se convierte en una metatarsalgia inflamatoria por aumento de la presión en la zona. A largo plazo, puede producir osteoartritis de rodilla por externalización del eje de carga en la extremidad inferior que pasa por la rodilla (Kerrigan DC, 1998, 2001, 2003).
¿Cuándo podemos usar tacones y de qué tipo?
Los profesionales sanitarios recomiendan un uso ocasional de los tacones y en situaciones en las que no se deba permanecer mucho tiempo de pie o caminando.
El calzado correcto a grandes rasgos es el que tiene una suela consistente que no permita el aumento de los rangos articulares en las articulaciones del pie. Los zapatos han de ser de materiales nobles o sintéticos sin que provoquen daños en la piel. Además, han de tener sistemas de sujeción que permitan que el pie vaya sujeto.
Mª Ángeles Serrano
Además de prestar atención a la altura, también se ha de prestar atención a la anchura de tacón. Es preferible usar zapatos de tacón de base ancha. Asociado al tacón debemos asegurarnos de que el calzado presente estabilidad en el enfranque (zona media de la suela del zapato) o usar zapatos de cuña corrida para evitar que la suela pueda torsionarse en el plano sagital.
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