La tendinopatía del tendón de Aquiles es una de las lesiones más frecuentes en aquellos deportes relacionados con la carrera. Al igual que ocurre en la lesión de otras estructuras tendinosas, la carga será un elemento importante en la aparición de la lesión. Tanto el exceso de carga, como una mala adaptación de la misma o incluso la falta de carga o vida sedentaria serán factores de riesgo a tener en cuenta en este tipo de lesiones.
El tendón de Aquiles, al igual que otros tendones, entre sus funciones más importantes destacan:
- la transmisión de la fuerza generada por la contracción muscular.
- y el conocido como “efecto muelle”; esto es, absorción de parte de la energía que se produce en el momento de apoyo del pie y liberación de la misma para permitir una marcha eficaz y eficiente.
Aunque el tendón de Aquiles es uno de los más voluminoso y potentes del cuerpo humano, también es muy susceptible a la aparición de lesiones.
En este post te hablamos del tendón de Aquiles y como prevenir y tratar la tendinopatía aquilea de la mano de Javier Herraiz, coordinador de Docencia e Investigación de EPTE®.
Recordemos que el término tendinitis no es el más adecuado al no tratarse de una inflamación per sé como conocemos para referirnos a las tendinopatías, aunque popularmente se sigue utilizando.
La tendinopatía del tendón de Aquiles, qué es y por qué se produce
El tendón de Aquiles es el de mayor longitud y uno de los más potentes del organismo. Es la prolongación tendinosa del tríceps sural, que está formado por gemelo interno, externo y sóleo. Se inserta en la parte distal en el calcáneo, ocupando una posición algo lateral en el mismo y con diferente distribución de las distintas fibras en relación a la tipología de tendón. Contribuye a soportar el peso del cuerpo humano y la tensión ejercida sobre él aumenta considerablemente en actividades como correr, saltar o incluso bailar. En estos casos, el tendón de Aquiles ha de soportar entre ocho y diez veces el peso del cuerpo humano.
Se distinguen generalmente dos localizaciones en la lesión o tendinopatía del tendón de Aquiles. Una de ellas en la misma inserción ósea (entesopatia aquílea, que incluye la afectación propia de la transición del tendón al hueso, asi como aquella que afecta a la disfuncion de los recesos bursales) y en el cuerpo del tendón, que engloba la afectación del paratenon y del propio cuerpo del tendón.
Causas de la tendinopatía del tendón de Aquiles
Tal y como referíamos al comienzo de este post, una de las principales causas de lesión será la mala adaptación a la carga. Tanto el exceso, como la falta de carga serán un factor de riesgo a tener en cuenta. Existen múltiples factores intrínsecos a tener en cuenta y que pueden influir en la aparición de la lesión: un no acondicionamiento general a la actividad a realizar por una no adecuada función muscular, pérdida del control motor, falta de elasticidad, disminución del movimiento a nivel articular, etc…
Existen también otro tipo de factores intrínsecos como el índice de masa corporal, alteraciones del perfil lipídico o diabetes que pueden incrementar el riesgo de aparición de la tendinopatía del tendón de Aquiles, sin olvidar la posible influencia de ciertos factores genéticos.
Tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles
Uno de los síntomas más evidentes de la tendinopatia del tendón de Aquiles es el dolor, sin olvidar la pérdida de función o impotencia funcional. El dolor, es un dolor local, a punta de dedo, de características mecánicas, asociada en ocasiones a rigidez matutina y que en función de la fase evolutiva de la lesión puede o no ceder con la actividad.
Uno de los puntos más importantes de cara al tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles, es el correcto diagnóstico diferencial. Para ello nos podemos ayudar de ciertos test ortopédicos, así como de las pruebas de imagen a correlacionar siempre los posibles hallazgos encontrados con la sintomatología del paciente, ya que los cambios en la estructura serán tan solo un factor de riesgo para la aparición de la lesión. Será importante antes de iniciar el tratamiento, seguir un correcto razonamiento clínico que nos marcará las diferentes fases evolutivas a seguir en el tratamiento.
Será importante establecer la fase evolutiva en la que se encuentra el paciente, la localización asi como aquellos factores intrínsecos y extrínsecos que pueden agravar la lesión. Si el paciente acude en una fase reactiva marcada por el dolor y la impotencia funcional , el primer objetivo a marcar, será modular la carga y disminuir el dolor. Una vez que esta fase ha remitido y en función del diagnóstico de fisioterapia realizado podemos aplicar diferentes técnicas de las que dispone el profesional sanitario.
De manera general, una tendinopatía incluye cambios a nivel de la estructura propia del tendón, pérdida de la función muscular y del control motor. Para el abordaje de los cambios que se producen a nivel estructural y metabólico, la electrólisis es una herramienta de especial interés. La técnica EPTE® electrolisis percutáena terapéutica, es segura, efectiva y prácticamente indolora. Además, reduce considerablemente los tiempos de recuperación del paciente, con lo que pueden retomar su actividad y permite introducir una modulación de la carga de manera más temprana.
Como parte indispensable del tratamiento, antes, durante o después de la aplicación de electrolisis se encuentra el ejercicio terapéutico. Dentro de éste podemos diferenciar diferentes tipos de ejercicios a introducir en función de las necesidades del paciente. Siendo la premisa general modular la carga, de menos a más, con velocidad lenta y progresiva a una etapa final de estímulos del alta intensidad y velocidad orientado hacia la actividad.
Recordemos que siempre hemos de acudir a un profesional que nos marque el tratamiento a seguir para este tipo de lesiones tendinosas.
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