La higiene postural y la ergonomía es fundamental para la vida diaria y la práctica profesional. En concreto, en el desarrollo de la vida profesional del fisioterapeuta, debido al tipo de trabajo que desempeñan, pueden padecer afecciones relacionadas el desarrollo de sus funciones. Estas afecciones suelen ser trastornos musculoesqueléticos que afectan fundamentalmente a la columna y al miembro superior, además de riesgos higiénicos relacionados con su actividad diaria, según diversos estudios. En este post te hablamos de la higiene postural para fisioterapeutas y algunas técnicas para evitar lesiones derivadas de su práctica profesional.
Según la Asociación Internacional de Ergonomía, el objetivo de la ergonomía es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del ser humano, para desempeñarlo con la mayor calidad de vida posible. Por su parte, la higiene postural tiene como objetivo aprender a realizar los esfuerzos de la vida cotidiana de la forma más adecuada posible, disminuyendo el riesgo de padecer problemas de espalda, según la definición del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. Para ello, entran en juego diferentes factores que aquí hemos agrupado en el diseño adecuado del puesto de trabajo, y técnicas para un buen desarrollo de la práctica profesional.
Higiene postural y ergonomía en el puesto de trabajo
Se trata de que las condiciones de trabajo del fisioterapeuta estén diseñadas adecuadamente para evitar sobresfuerzos y permitir que la práctica profesional se realice de la manera más cómoda posible.
- Correcta ubicación de la luz. Se recomienda la utilización de luz natural, si es posible. En cuanto a la luz artificial, debe estar ubicada para evitar reflejos y sombras.
- Temperatura adecuada. Para evitar una sudoración excesiva por el calor o la reducción de capacidades y habilidades motoras debido al frío, la temperatura óptima del lugar de trabajo se sitúa entre los 23 y 26 grados en verano y los 20 y 24 grados en invierno.
- Ropa y calzado. Para trabajar de la manera más cómoda posible, es recomendable ropa cómoda de algodón y calzado con suela antideslizante y una altura no superior a los 5 cm.
- Camillas y taburetes. Lo ideal es que las camillas sean regulables en altura. De esta manera, pueden ajustarse a nuestra altura y evitamos daños en la espalda. Los taburetes también han de ser regulables, si es posible de 5 ruedas, asiento redondo y con respaldo.
- Accesibilidad de materiales. Es importante que el lugar de trabajo presente una buena distribución de los materiales y aparatos a utilizar para evitar posturas poco adecuadas a la hora de alcanzarlos o manejarlos. Además, el lugar de trabajo debe ser lo más espacioso posible para facilitar la movilidad del profesional.
- Mantener una correcta higiene, tanto de los materiales, como del mismo profesional.
- Trabajo de oficina. Para las tareas de oficina, aunque menos frecuentes, se debe tener en cuenta la altura de la mesa y de la silla para una correcta postura, que la pantalla del ordenador esté a la altura de los ojos, y los codos y rodillas flexionados 90º, entre otros factores.
Higiene postural y ergonomía durante la práctica profesional del fisioterapeuta
El fisioterapeuta emplea numerosas técnicas en su práctica profesional que le pueden acarrear lesiones si no realizan con una higiene postural adecuada.
- Trabajar con los hombros relajados y la espalda lo más recta posible.
- Evitar posturas muy forzadas y movimientos bruscos.
- Mantener una correcta inclinación del cuello y la cabeza, que deben seguir la alineación de la espalda.
- Colocarse lo más cerca posible del paciente y utilizar nuestro propio peso si realizamos una técnica que requiere usar la fuerza. Para realizar estas técnicas, también es recomendable contraer los abdominales y soltar el aire cuando ejercemos la fuerza para proteger nuestra zona lumbar y abdominal.
- Evitar mantener ambos pies en el mismo plano. Es recomendable mantener los pies separados y uno ligeramente delante del otro e ir intercambiándolos. Así aumentamos nuestra base de sustentación y mejoramos nuestro margen de maniobra con el paciente.
- Debido a que podemos pasar largas horas de pie, es aconsejable caminar unos pasos entre paciente y paciente y realizar basculaciones de cadera.
- Antes de comenzar a trabajar, sería aconsejable realizar ejercicios de calentamiento.
- Como en cualquier otro trabajo, uno de los elementos a tener en cuenta, es la actividad física del profesional. Una práctica deportiva dirigida al trabajo muscular correcto, así como a una buena movilidad de nuestras articulaciones, será el elemento mas importante de cara a evitar disfunciones.
La postura como tal es un factor de riesgo para la aparición de la disfunción. Si mantenemos una correcta función muscular y movilidad articular, el riesgo será menor.
Esperamos que este post en el blog de EPTE® de esta semana haya sido de vuestro interés y os pueda ayudar en vuestra práctica profesional.
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