El pie de atleta o tiña podal es una infección provocada por hongos o levadura muy frecuente en la piel de los pies. Afecta en gran medida a los deportistas, pero puede padecerla cualquier persona, ya que se desarrolla en zonas cálidas y húmedas, como pueden ser los espacios entre los dedos de los pies. En este post te hablamos de esta infección, como prevenirla y tratarla con el asesoramiento del podólogo y triatleta Víctor Martínez Rebollo.
Qué es el pie de atleta
Al hacer referencia al pie de atleta, la primera pregunta que nos surge es qué es exactamente. Según explica Víctor Martínez Rebollo, podólogo y triatleta de larga distancia, el pie de atleta es el nombre común para una infección por hongos que ocurre típicamente en los pies.
Se trata de una infección muy común entre la gente que hace ejercicio, por eso se le llama pie de atleta. Sin embargo, cualquier persona puede padecerla. Suele afectar más a hombres que a mujeres debido a que gastan calzado distinto y sus costumbres higiénicas son diferentes.
Causas y sintomatología del pie de atleta
Las posibles causas del pie de atleta podemos buscarlas en:
- Caminar descalzo en balnearios o lugares públicos.
- No mantener los pies limpios y secos.
- Calzar zapatos o botas poco ventilados.
- Pies sudorosos.
- Clima caliente y húmedo.
- Desórdenes del sistema inmunológico.
Los síntomas del pie de atleta generalmente empiezan en los dedos de los pies. Mientras la infección aumenta, se puede extender hacia la plantas o arcos de los pies, o a las uñas. Estos síntomas con frecuencia se combinan y pueden incluir:
- Piel seca.
- Agrietamiento.
- Enrojecimiento.
- Una superficie húmeda de color blanco.
- Ampollas, las cuáles se pueden rompen y son muy dolorosas.
- Picor.
«Las infecciones ocasionadas por bacterias, más que por hongos, pueden causar síntomas similares. Otras afecciones pueden imitar al pie de atleta. Para recibir un tratamiento exitoso, es importante obtener un diagnóstico preciso».
Víctor Martínez Rebollo.
Prevención y tratamiento del pie de atleta
Para prevenir esta infección, Víctor Martínez Rebollo, aconseja una higiene adecuada de los pies, lavándolos de manera frecuente- al menos una vez al día- con agua y jabón y secar completamente todas las áreas, de manera especialmente minuciosa entre los dedos.
También poner talco antihongos en los pies y el calzado para que absorban la humedad, y cambiar el calzado y los calcetines frecuentemente.
Además, es recomendable calzar zapatos cómodos y que permita a sus pies ventilarse y no caminar descalzo en lugares húmedos.
Víctor Martínez Rebollo.
Para el tratamiento del pie de atleta, como explica Martínez Rebollo, subdirector de Biomecánica Martínez, centro homologado EPTE®, los antimicóticos tópicos de venta sin receta pueden ser de ayuda. Pero si no se aprecia ninguna mejoría en un tiempo de dos semanas después de comenzar a usarlos, debe consultar al especialista.
La prescripción de medicamentos tópicos u orales pueden ser más efectivos. El especialista puede recetar un antimicótico de administración oral o que se aplique en los pies. Asegúrese de comentarle a su médico sobre cualquier otro problema médico que haya tenido, como enfermedad renal o hepática, o diabetes. Es importante continuar tomando los medicamentos recetados por el tiempo indicado por el médico. El tratamiento suele durar de 4 a 8 semanas. Acortar el tratamiento a menudo resulta en otra infección. Lave sus manos después de haber usado cualquier medicamento tópico.
Víctor Martínez Rebollo.
No todos los hongos son pie de atleta. Otras condiciones, como la alteración del mecanismo del sudor, la reacción a tintes o adhesivos del calzado, eccema y psoriasis, pueden parecerse al pie de atleta. Por ello, es importante acudir al especialista ante los primeros síntomas.
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