El azúcar es un hidrato de carbono de sabor dulce, que podemos encontrar como uno de los principales ingredientes de zumos, refrescos, pero también galletas saladas o salsas. De acuerdo con varios estudios, su consumo desmedido tiene relación directa con la obesidad y también influye en el sistema nervioso central. ¿Por qué se usa tanto el azúcar en los alimentos elaborados?
El azúcar puede encontrarse en multitud de alimentos envasados, bajo distintas denominaciones (glucosa, sacarosa, fructosa, jarabe de maíz, dextrosa,…). Está presente en batidos, zumos, papillas, pan o cereales, en cuyo etiquetado el azúcar aparece en las primeras posiciones. También se usa en salsas, embutidos o snacks.
La cantidad de azúcar recomendado por la OMS es de unos 50 gramos / día para varones (unas 12 cucharadillas). Esta cantidad debería ser reducida a la mitad, según varios expertos, y suponer sólo el 5% de las calorías diarias. Sólo un zumo envasado puede contener hasta 5 cucharillas por 150 mililitros. Un niño puede llegar a consumir en el desayuno todo el azúcar que necesita en un día.
Azúcar en alimentos preparados o envasados:
Azúcar en la comida
El azúcar está presente en alimentos procesados, con unas cantidades que sorprenden a más de un consumidor. Los helados, la bollería industrial, salsas, como el Ketchup, contienen altos índices de azúcar, un componente que mejora el sabor de los alimentos y cuyo precio es económico.
Conoce cuánta azúcar tienen los alimentos así como su daño en el cuerpo: https://t.co/j4esuVqBJJ pic.twitter.com/UQMvW20izG
— DiabetesBienSalud (@DiabetesBySalud) 7 de mayo de 2016
Azúcar en los refrescos: la respuesta de la industria
Los refrescos contienen niveles de azúcar, como puede observarse en su etiquetado. En el caso de los refrescos de Cola puede llegar a los 35 gramos por lata, el equivalente de 9 cucharadillas 23 gramos en los refrescos con sabor a Naranja. Los zumos de frutas, néctares, smoothies, o también la cerveza, también presentan importantes cantidades de azúcar.
Distintas campañas han sobre los perjuicios del exceso de consumo de azúcar, hasta el punto que las grandes compañías han empezado a desarrollar campañas como la de este vídeo, en la página británica de un conocido refresco de Cola. Las versiones bajas en calorías, y su claro etiquetado, para que el consumidor pueda hacer un uso responsable, son sus argumentos de defensa.
Existe una iniciativa para el etiquetado de los alimentos referenciado la cantidad de ejercicio necesario para consumir su exceso calórico. Según un estudio de la Real Sociedad de Salud Pública de Reino Unido, con este etiquetado, los jóvenes consumirían menos calorías. (ver estudio en enlace). Entre la equivalencia podría encontrarse:
Un refresco con azúcar necesita 50 minutos caminando para consumir su aporte calórico. Una hamburguesa, 30 minutos de trabajo en elíptica.
Impuestos al azúcar
El azúcar y las bebidas azucaradas está en el ojo de mira de varios Estados, para fijar un impuesto que disminuya su consumo. En Francia fue aplicado en 2011, con un impuesto que grava con alrededor de 7,16 euros cada hectolitro de refresco.
En Reino Unido, se debate una tasa cuyo objetivo sería bajar los niveles de consumo (comida y bebida) en los jóvenes. Sería una de las medidas en un cambio de política que implicaría incrementar la vigilancia y apostar por reducir el consumo diario de esta sustancia.
Could a 20% sugar tax reduce obesity rates? https://t.co/wYQH1ESHj8 @foodrev @jamieoliver @thescpn pic.twitter.com/SEGC2HprL0
— Exercise Works! (@exerciseworks) 26 de febrero de 2016
Reducir el azúcar produce rápidas mejoras.
Reducir su consumo supone rápidas mejoras, como muestra un estudio publicado en la revista Obesity (ver autores en el enlace). Los investigadores redujeron el consumo de azúcar durante 10 días en 43 niños, bajando su porcentaje del 28% al 10%, y substituyéndolo por otro tipo de carbohidratos.
El resultado tras la eliminación del azúcar de la dieta de estos niños fue un descenso de valores como presión sanguínea, lactato, triglicéridos y colesterol (en sólo 10 días). Aumentó la tolerancia a glucosa y hiperinsulinemia, reducción de peso (de 200 a 900 gramos) y disminución de masa muscular.
De manera ilustrativa, aquí podéis encontrar un vídeo ficticio que reproduciría las cantidades de azúcar que tomamos de manera diaria, sin ser conscientes de ello.
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Imagen de portada: https://www.flickr.com/photos/healthgauge/23301926415