El dolor crónico es un desafío persistente y debilitante que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Para los profesionales de la salud, la búsqueda de estrategias efectivas de prevención y manejo del dolor crónico es esencial. En este artículo, exploraremos cinco consejos basados en datos reales para abordar el dolor crónico.
¿Qué es el Dolor Crónico?
El dolor crónico se refiere a una condición en la que el dolor persiste durante un período prolongado, generalmente más allá del tiempo de curación esperado. A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta normal a una lesión o enfermedad, el dolor crónico se caracteriza por su persistencia y complejidad.
5 Consejos
Diagnóstico Preciso y Temprano
La identificación de las causas es un paso fundamental. Las técnicas de imagen, como la resonancia magnética, la tomografía computarizada o la ecografía, pueden proporcionar información valiosa.
En un estudio publicado en 2020, se aplicó estimulación percutánea de nervios periférica en el tratamiento del dolor lumbar crónico, empleando técnicas de imagen para determinar la zona sobre la que actuar y guiar el tratamiento. Se consiguió reducir el dolor en un 80%, teniendo un efecto sostenido después de un año. Adicionalmente, se concluyó que la aplicación temprana de esta técnica podría reducir el empleo de opioides, denervación o la utilización de implantes permanentes1.
Tratamiento Multimodal
El abordaje del dolor crónico debe ser multimodal y personalizado. Los tratamientos farmacológicos, la fisioterapia, la terapia ocupacional y la psicoterapia pueden ser componentes importantes del plan de tratamiento. Además, la neuromodulación ha demostrado ser eficaz en el manejo del dolor crónico resistente.
Un estudio clínico publicado en «American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation» en 2014 concluyó que el tratamiento con fisioterapia o farmacológico no es suficiente para el manejo del dolor neuropático. El componente emocional del dolor es un factor determinante en el manejo del mismo y no debe ser ignorado. Agregando que la terapia psicológica, terapia espejo o el uso de la realidad virtual, no solo ayudan a reducir la sensación de dolor, sino que mejoran el estado de ánimo general del paciente2.
Enfoque en la Educación del Paciente
La educación del paciente desempeña un papel vital en la prevención y el manejo del dolor crónico. Los profesionales de la salud deben proporcionar a los pacientes información clara sobre sus condiciones, opciones de tratamiento y estrategias de autocuidado.
Varios estudios han concluido que la información de la que dispone un paciente influye, no solo en su adherencia al tratamiento y percepción de resultados, sino a la propia sensación de dolor3. Un mal manejo del dolor puede causar mayor ansiedad en el paciente, lo que repercute de forma negativa en la recuperación del mismo4.
Terapia Física y Ocupacional
La terapia física y ocupacional son componentes esenciales del manejo del dolor crónico. La terapia física puede mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad y la función física, reduciendo así la carga sobre las articulaciones y los músculos afectados. Mientras que la terapia ocupacional se enfoca en adaptar las actividades diarias para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.
En un abordaje multidisciplinar, el empleo de terapias que provean herramientas para el manejo y reducción del dolor, reducen el impacto de la patología en la vida de los pacientes6, así como herramientas para el manejo de factores derivados del dolor (alteración del sueño, estados de ánimo alterados y afección de relaciones personales)7. El tratamiento de los pacientes no se limita al dolor, sino a todas las dimensiones que lo rodean y afectan su bienestar.
Terapia Cognitivo-Conductual
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una herramienta poderosa en el manejo del dolor crónico. Ayuda a los pacientes a cambiar su percepción y respuesta al dolor, reduciendo la angustia emocional y calidad de vida, entre otras mejoras.
Un estudio publicado en Universitas Psychologica analizó los efectos de un programa de intervención grupal basado en la TCC, en el que encontraron que los participantes experimentaron mejoría en diversas áreas. Los cambios, además de reflejarse en la percepción de dolor, repercutieron en diversos factores que se ha demostrado que presentan una relación directa con la intensidad del dolor9. Todos estos factores hacen que la terapia psicológica se vuelva una herramienta con gran efecto en el tratamiento de pacientes con dolor crónico.
Conclusión
La prevención y el manejo del dolor crónico son un desafío continuo para los profesionales de la salud. La neuromodulación, junto con un enfoque multimodal que incluye diagnóstico temprano, tratamientos personalizados y terapias complementarias, puede desempeñar un papel esencial en la mejora de la calidad de vida de los pacientes que sufren esta dolencia. La educación del paciente dentro de la patología y adaptación a sus necesidades son la clave para abordar este desafío en constante evolución.
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FUENTES
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