El verano es una época del año para cambiar de hábitos. Hay vacaciones, vamos a la playa, nos bañamos en la piscina, cambiamos la alimentación, las temperaturas son elevadas… Estos factores pueden tener un impacto negativo en nuestra salud. A continuación, desde EPTE® os hablamos de 3 enfermedades típicas del verano y os damos algunas pistas para evitarlas.
Enfermedades típicas del verano
1. Golpe de calor
El golpe de calor es una de la enfermedades típicas del verano. Las temperaturas elevadas y el estar durante mucho tiempo expuesto al sol pueden provocar que la temperatura del cuerpo aumente hasta superar los 40º y la pérdida de líquidos. Los síntomas son sudor, mareos, pulso rápido, dolor de cabeza, sequedad de la piel, sed e incluso fiebre y pérdida de conciencia.
Para evitar el golpe de calor, es recomendable hidratarse bien, no tomar bebidas muy frías o calientes, evitar la cafeína, vestir con prendas de algodón en tonos claros y no salir en las horas de más calor del día. Es importante tener especial precaución con niños y ancianos, más vulnerables a un golpe de calor.
Si se produce un golpe de calor, se ha de llamar a asistencia médica de urgencia, y, mientras llegan, tratar de enfriar el cuerpo con paños fríos o una ducha fría. En la web del Ministerio de Sanidad podemos encontrar consejos para actuar ante un golpe de calor.
2. Otitis
La otitis tiene una mayor incidencia en verano debido principalmente, a los baños en las piscinas. En concreto, nos referimos a la otitis externa también conocida como otitis del nadador.
La otitis externa es una infección en el canal auditivo externo. Se contagia en playas y piscinas al entrar en contacto el tímpano con varios tipos de bacteria u hongos que se encuentran en el agua. También puede producirse si nos limpiamos el oido con fuerza o introducimos objetos como palillos.
Los niños son muy propensos a padecer esta infección, cuyo principal síntoma es el dolor, que es mayor al realizar actividades como masticar o dormir. La otitis externa puede producir la sensación de tener el oido taponado.
Para prevenirla, es recomendable evitar sumergirse en el agua durante largos periodos de tiempo y secarse bien los oidos con una toalla, una gasa o un secador de pelo. Es fundamental no emplear bastoncillos de algodón para secarse el oído.
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— SEORLCCC (@SEORLCCC) August 10, 2018
En caso de padecer otitis, debe ser tratado por un médico y evitar la entrada de agua en el oido.
3. Hongos
Los hongos son una de las patologías más frecuentes del verano. Los hongos se encuentran en las superficies húmedas, como pueden ser las piscinas públicas, lugares muy frecuentados en las ciudades en verano. La infección por hongos más común en verano es el hongo conocido como pie de atleta o tiña podal, que afecta principalmente a los pies. Sus síntomas son picor y escozor.
Para evitarlo, es recomendable no caminar descalzo por los suelos de las piscinas públicas, ni tampoco en las duchas. Es conveniente secar bien los pies con una toalla después del baño o la ducha, sobre todo, en la zona interdigital y evitar compartir toalla y calzado.
Si los hongos aparecen, se debe acudir al podólogo para que nos proporcione el tratamiento adecuado.
Podólogos alertan: tratar los hongos con remedios caseros es "peligroso" https://t.co/xSzeKgwyWE vía @infosalus_com
— ICOPCV (@ICOPCV) August 7, 2018
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